domingo, 29 de septiembre de 2024

EL "MARKO" DEL TERROR y LA SEMIMILITARIZACION DEL PAIS

 


























ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-¿Por qué ahora el crimen organizado en México es más violento, por qué ese matar por matar?. Debemos considerar que las épocas del habilidoso carterista  como robo común  ya no  son más que lejanas, aunque nunca han dejado de practicarse, pero que es un tipo de delincuencia diferente a lo que es  el crimen organizado, que en nuestro país se concentró en la distribución y comercialización de las drogas, en donde los  más poderosos narcotraficantes dañaban con su proceder a la población pero a la vez mostraban otra actitud doblemoralista, que consistía en proteger a sus vecinos y habitantes de su zona en dominio. Pero  ahora las cosas han cambiado, ¿pero cual es la razón?, esa pregunta que en otros sexenios nos resultaba difícil de contestar parece cada vez más, tener una respuesta, ante las declaraciones de Donald Trump que cuando fue Presidente de EUA, propuso que el narcotráfico fuera considerado terrorismo, y que dicha pregunta también se esclarece con la manifestación de la bancada pripanista   en la voz de Marko Cortés, que se identifica como  el líder nacional del PAN,  y quien aprovechando una discusión del senado de la república que se desarrollaba en la  madrugada, cuando la mayoría de los mexicanos dormían y muy pocos noctámbulos tenían interés de sintonizar el canal del congreso que transmitía en vivo, fue que Cortés propuso que todos los actos provenientes del crimen organizado fueran tipificados como terrorismo y así  permitir la ayuda extranjera para su combate. Y es que la  descabellada, ineficaz y dolosa estrategia  contra el crimen organizado que inició en su sexenio Felipe Calderón, al igual  como ocurre con  el sistema educativo, no es una simple torpeza  de una política de Estado, sino que lleva una intencionalidad profunda, y en el caso  del crimen organizado fue totalmente intencional que Calderón, “diera un palazo a al avispero sin tener un estudio o diagnóstico sobre la situación”, como se ha sentenciado desde el oficialismo en la voz del Presidente López Obrador. Aquella llamada guerra contra el narcotráfico que surgió  un 15  de septiembre del 2008 en Morelia, la capital de Michoacán, y que asumió Felipe Calderón  con un traje  destallado de militar, después de que se lanzó una granada a la población  en pleno grito de independencia del gobernador Leonel Godoy en el Estado natal del entonces Presidente es decir Calderón, esa llamada de guerra del gobierno calderonista no solamente buscaba una vestidura de héroe  matón para legítimizar su llegada a la presidencia mediante el fraude electoral, sino también  poder realizar actos criminales con licencia,  para la conformación de un narcogobierno y conseguir el monopolio del dominio criminal, pero también se pretendía adoptar un campo de cultivo para que con el incremento del terrorismo  se diera paso a el intervencionismo imperialista, y que hasta pudiera  efectuarse sin una invasión violenta sino como consecuencia de la invasión ideológica fortalecida tiempo atrás y la propia petición que pudiera hacerse del gobierno mexicano, como ahora lo sugiere la resistencia retrogradista disfrazada de oposición política.  Lo que ha venido ocurriendo de manera creciente  con la delincuencia desde el sexenio calderonista, en donde apareció la acción de matar por matar, la descuartización, las desapariciones, la reclusión forzosa o manipulada para la formación de subejércitos y grupos estructurados  de entrenamiento y realización del crimen bajo la constante   desaparición de ciudadanos, sin duda debe ser considerado como terrorismo real,  mismo que es  explícitamente difundido  como también se difunde hasta un simple asalto, para también conjuntar un terrorismo formal, y así la existencia del terrorismo en México que en un principio fue aceptada de manera insinuante por el presidente López Obrador, y que tiene la necesidad de ser negado, no como un ocultamiento político sino como una estrategia  de seguridad nacional, ya que reconocer que los índices de homicidios y de otros ilícitos son  producto del terrorismo traería como consecuencia la invasión disfrazada de intervención policiaca internacional para la pacificación y protección del mundo por parte de guardianes  imperialista que utiliza tales pretextos para la invasión territorial como última fase de la económica, la ideológica, y la cultural. La operatividad  que demuestra el narcogobierno de Felipe Calderón y el consentimiento del gobierno peñista, se exhibe con la condena de García Luna como escenógrafo  del crimen escandalizado y  televisado,  al haber sido  el hombre clave en la seguridad pública y en la seguridad nacional de nuestro país, y sin embargo, como arma de doble filo,   también puede ser el hilo inicial  para un plan  extranjero de seguridad urgente e interventora. Resulta real que  López Obrador impidió el crecimiento de raíces que   aparentemente  estar sanas en realidad estaban enfermas por lo que optó por liberar al ex secretario de la defensa, Salvador Cienfuegos, independientemente de la revuelta militar que pudo haberse dado y que también pueden ser la respuesta  de  que en la investigación de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, s ehaya terminado por no   involucrar al ejército en dicha situación, y que también tiene mucho en relación con las reformas para las fuerzas armadas y la Guardia Nacional, que no a muchos nos gustan. Y es que si los vendepatrias estaban decididos a ensangrentar al país para propiciar una intervención extranjera siendo amos y señores del gobierno mexicano cuando llegaron por medio del PRI y el PAN, mucho más ahora que  al ya no tener ganancias políticas y económicas, quieran la invasión  de otros países como se permitió la inversión de los monopolios extranjeros y los traficantes de influencias disfrazados de empresarios en la política nacional. Es por ello, que el panista Marko Cortés, con la capacidad  de negociar cargos, senadurías, gubernaturas, diputaciones, notarías y otras cosas peores, no tuvo empacho en  proponer, ampliar la tipificación de la figura delictuosa del terrorismo, situación que no fue difundida por los medios de comunicación, si no es, porque fue abordada en una de las últimas conferencias  de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Drako como Presidente panista  y parte de una pandilla empresarial formada por Claudio X González, dijo: “no es necesario militarizar  ( a los cuerpos de seguridad), si no tipificar los delitos del crimen organizado como “narcoterrorismo”, pues esto permitirá una auténtica cooperación internacional para combatir a los grupos delictivos. Es evidente que se trata de narcoterrorismo cuando lo que infunde el crimen en las poblaciones es terror, violencia, violación a los derechos humanos, secuestros, desapariciones forzadas. Es evidente que se trata de narcoterrorismo cuando incendian autos y casas, bloquean con autobuses calles para evitar el libre tránsito y en una ciudad se cancelan las clases y hay toque de queda porque hay balaceras”. A lo que  el Presidente de México también dijo: "¿de parte de quién, de dónde vino este planteamiento?. Es una intención del extranjero, de poder tener injerencia en los asuntos de México. Y yo me pregunto si la intervención del dirigente del PAN, que vamos a ver, salió de él o de parte de quién, de dónde vino este planteamiento. Esto me lo planteó el presidente Trump y le dije que no, porque los asuntos de México los tenemos que resolver nosotros. Si esto pasa pueden entrar no solo por delincuentes organizados, sino por cualquier persona, por dirigentes opositores al gobierno, por cualquier persona", -y continuó señalando:-  “Lo que está planteando es que los actos ilegales-criminales se consideren como terrorismo y que pueda intervenir el FBI, la DEA, cualquier institución de Estados Unidos, de Rusia o de China, pero eso es lo que planteó. Entonces, cuando vi esta imagen, esta intervención, me pregunté le salió este asunto a él o de parte de quien, porque esto es lo que han venido proponiendo en el Congreso de Estados Unidos”, finalizó explicando y declaró  que será importante la postura que adopte la  nueva Presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al respecto. 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