Ni con el ejército de entrevistadores chayoteros que Grupo Fórmula puso a disposición de Xóchitl Gálvez, la candidata del prdpripanismo, es que la torpe política ha podido levantar simpatías. Pifia tras pifia es cometida por la señora que pronuncia la k y la g por la r. Ni ante un pliego de preguntas de una comunicadora tan ignorante como Maxine Woodside ni de una porrista como Maryfer Centeno, la candidata retrogradista da una. En sus propios vídeos quienes participan con ella, han declarado no conocerla y la han evidenciado en plena transmisión. En los canales de vídeos cada vez cuesta más trabajo encontrar las conversaciones que la grafóloga y la charlista de chismes entablaron con Xóchitl debido a que fueron un desastre ante el cóctel de estupideces y risas forzadas de la entrevistada, y en cambio se encuentran como tendencia, las parodias que se han hecho al respecto de las charlas prepago. Más
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