El encuentro con los medios de comunicación por parte de una figura pública o famosa, debería ser un ejercicio informativo y no un mal necesario en que se ha convertido, gracias a la llegada del contenido rosa y del corazón, que se disfraza de periodismo de espectáculos pero que ni trata de espectáculos ni es periodismo, y en donde el interrogado debe sujetarse a preguntas de mal gusto que abarcan situaciones de su vida privada e incluso su comportamiento en la alcoba, en vez de aquellas que estén relacionadas con su actividad profesional, como a las que tuvo que enfrentar la actriz Cinthia Aparicio por querer difundir su participación como actriz y productora de la puesta en escena "las mujeres son de Venus y los hombres ni madres". Más
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