Diego Fernández de Cevallos operador número uno de Carlos Salinas de Gortari y abogado cuyo éxito ha sido el tráfico de influencias, ahora es un analista político, cada vez menos invitado por la televisión que busca fórmulas para conseguir patrocinios estatales que han sido reducidos y repartidos según los índices de audiencia. Muchos esperan que el mal llamado jefe Diego, pueda ser juzgado conforme a Derecho y seguir los pasos de otros litigantes corruptos como Juan Collado.