En un informe de cara a la nación, el presidente Andrés Manuel López dijo:"Hoy se cumple un año del triunfo de nuestro movimiento. Fue
la victoria de todo un pueblo, de nuestros antepasados, de quienes tenemos la
dicha de continuar en este proceso de transformación y de vivir para contarlo.
Fue un triunfo para los niños mexicanos, niñas a quienes
tenemos el deber de dejarles el legado de una nación feliz.
Ese triunfo es fruto del trabajo de muchos hombres y mujeres
del campo y de la ciudad que encarnaron con perseverancia la voz por la
justicia; una voz que creció en el tiempo hasta convertirse en voluntad
colectiva y mayoritaria.
Nuestro movimiento ha trascendido porque surge de ideales y
principios, se rige por ellos y no limita su propósito a un simple cambio de
gobierno, sino que tiene como objetivo superar para siempre el régimen corrupto
y despiadado que prevalecía.
Se trata de un desafío mayor, pero de algo verdaderamente
fecundo, de construir una patria nueva, más justa, próspera, democrática,
libre, pacífica, fraterna y soberana.
Hoy, a 12 meses exactos de esa hazaña colectiva, estamos
aquí para reafirmar nuestro compromiso de no fallarle al pueblo de México.
Venimos a rendirles cuentas con absoluto apego a la verdad. Con lo conseguido
en siete meses bastaría para demostrar que el cambio de gobierno no ha sido más
de lo mismo; que, por el contrario, está en marcha una profunda transformación
de la vida pública de México.
En esta ocasión, para explicar cómo vamos, no voy a
detenerme en la elaboración de ideas y conceptos, sino que iré al grano, a lo
concreto. Siempre he pensado que la política es, entre otras cosas, pensamiento
y acción, pero ahora son tiempos de hechos, no de palabras, como decía el
revolucionario mexicano que más admiro, el general Francisco J. Múgica.
Empiezo por informarles que ya no se tolera, ni se permite
la corrupción desde la Presidencia de la República. Están prohibidos el
nepotismo, el amiguismo, el influyentismo y cualquier otra práctica propia del
antiguo régimen.