El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, denunció que el gobierno federal estaba enterado sobre las fallas en la construcción del Paso Exprés desde el arranque y previo a la aparición del socavón que cobró la vida de dos personas el 12 de julio pasado.En comparecencia ante la Tercera Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Ramírez declaró que Gerardo Ruiz Esparza fue informado sobre las características del tubo de desagüe, en relación a que debía ser cambiado desde 2012, pero dicho aviso no se tomó en cuenta y provocó el deslizamiento del terraplén.El gobernador pidió a los legisladores remitirse al peritaje hecho por el Colegio de Ingenieros para conocer a los verdaderos responsables.Dijo que el peritaje es “demoledor, es clarísimo y preciso”, el principal responsable de lo que pasó es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) pues “no hay justificación técnica de no haber cambiado ese tubo y haber hecho lo que se les pidió un año antes”.Añadió que en junio, el gobierno de Morelos se dio cuenta de que el tubo no fue cambiado y sólo fue reforzado con una pared de concreto que no estaba sostenido en tierra firme, acción que calificó de “inaceptable”.Reiteró que advirtió a Ruiz Esparza que la inauguración del Paso Exprés era muy apresurada, pues consideraba que la obra no estaba completada, a lo que el funcionario respondió que la obra estaba comprometida para Semana Santa.