Si bien, son múltiples las causas del incremento generalizado del sobrepeso y la obesidad, existe evidencia de que el consumo de bebidas azucaradas como los refrescos, aumenta el riesgo de padecerla, aunado a otros padecimientos como la diabetes tipo dos y otras enfermedades crónicas, así lo señala el Instituto Nacional de Salud Pública.En este sentido, datos de la Gaceta UNAM de 2019 mostraron que México ocupó el nada honroso primer lugar entre los países con mayor número de consumidores de refresco con 163 litros al año por persona, 40% más que Estados Unidos, quien ocupó el segundo lugar con un consumo de 118 litros.En el marco del Día mundial contra la obesidad, que se celebra el 4 de marzo de cada año, presentamos información estadística del consumo de refrescos y bebidas azucaradas, el impacto en la salud y su relación directa con el sobrepeso y la obesidad.De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el estudio “La Pesada Carga de la Obesidad. La Economía de la Prevención”, se estimó que México tiene una las más altas tasas de obesidad en donde uno de cada tres adultos es obeso.Este padecimiento se origina debido al desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas, es decir, la persona consume alimentos y bebidas con alto contenido energético y no realiza suficiente actividad física.
El
sedentarismo, sumado a los patrones alimenticios poco saludables, una cantidad
insuficiente de sueño y altos niveles de estrés son factores que pueden
incrementar el riesgo de tener obesidad.
Las
consecuencias más habituales de éste padecimiento es una mayor reducción en la
esperanza de vida. En el caso de México se estima que las personas con obesidad
viven 4.2 años menos.
Un factor que
contribuye al riesgo de padecer obesidad es el consumo excesivo de jugos
industrializados, refrescos y bebidas azucaradas en general que aumentan 60% el
riesgo de padecer obesidad, 6% un infarto y 26% diabetes, así lo especifica la
Secretará de Salud.
En este mismo
contexto, el Consejo de Ciencia y Tecnología (Conacyt), destacó en el artículo
“Somos lo que bebemos, el bienestar de la sociedad mexicana en juego”, que
México cuenta con la región del mundo donde más se consume refresco de cola, el
estado de Chiapas.
En este
estado, la ingesta de refresco se calculó en 821.25 litros al año por cada
habitante; es decir, un consumo diario de 2.2 litros.
Por lo tanto,
no resulta extraño que la diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad,
en conjunto representen la segunda causa de consulta, principalmente en
personas de 50 años y más.
Los países que conforman la OCDE, dedican 8.4% de su presupuesto total en salud al tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad, padecimiento que está detrás del 70% de todos los costos de tratamientos relacionados con la diabetes, 23% con enfermedades cardiovasculares y 9% del cáncer.
Acorde con el
organismo, México ha adoptado medidas como el etiquetado de alimentos
obligatorio en la parte frontal de los envases e impuestos sobre las bebidas
azucaradas y los alimentos no esenciales con alto contenido calórico.
No obstante
se sugieren algunas acciones adicionales:
Un paquete
combinado, que incluya el etiquetado de los menús, la prescripción médica de
actividad física y programas de bienestar en el centro de trabajo, podría
prevenir hasta 290 000 enfermedades no transmisibles de aquí al año 2050,
ahorrar 465 millones de pesos mexicanos al año en costos sanitarios, y aumentar
el empleo y la productividad en alrededor de 16 000 trabajadores a tiempo
completo por año.
Lograr una
reducción calórica del 20% en los alimentos con alto contenido en azúcar, sal,
calorías y grasas saturadas podría prevenir 1.4 millones de enfermedades no
transmisibles de aquí al año 2050, ahorrar a México 1,99 mil millones de pesos
mexicanos al año en costes sanitarios, y aumentar el empleo y la productividad
en una cuantía equivalente a 71 000 trabajadores a tiempo completo por año.Más
en www.somoselespectador.blogspot.com