“La decisión
del Comité Noruego del Nobel de entregar el galardón de la paz a la líder
venezolana antichavista, Corina Machado, ha sido foco de controversia, puesto
que su trayectoria, durante la cual por años solicitó una intervención militar
en su país, dista mucho de los postulados del Premio Nobel de la Paz”, son
algunos d ellos argumentos para los inconformes
de la asignación de María Corina
para este premio, que no podemos negar
es un reconocimiento basado en el interés político más que en el verdadero
cometido de condecorar a grandes personajes de la humanidad, situación que
ocurre con la mayoría de los premios . Y
es que los cambios políticos que ha vivido un país como México oprimido por más
de 50 años por una dictadura y un abuso
de corrupción disfrazado para todo el mundo como un presidencialismo, y que se
haya dado tal evolución sin estallidos
sociales o golpes de Estado, debido al movimiento pacifista encabezado por
Andrés Manuel López Obrador y ahora lidereado por Claudia Sheinbaum Pardo,
sería suficiente para que uno de ellos o
ambos fueran considerados como ganadores de la medalla que simboliza el precedente de trabajo en favor de la paz, y
que una vez obteniendo el mandato constitucional, dando el ejemplo y mensaje fraternidad de la promoción de acuerdos de paz,
en el caso de Sheinbaum oficializar perdones a nombre de los abusos de los
expresidentes que consumaban desde los
fraudes electorales, como las elecciones únicas de disimulo, hasta la agresión
mortal a población civil. López Obrador que durante todo su sexenio fue señalado por sus gobernados con altos
índices de aceptación lo que lo llevaron durante seis años a ser uno de los dos
mejores presidentes del mundo, y a tener la calidad moral para solicitar
cambios en los órganos de la ONU, que no
fueron escuchados, así como la demanda
de no bloquear o descartar a países que tienen su propia manera de autocomponerse como Estado. Por su parte Sheinbaum en apenas un año de ser presidente de México
, de ser la primera mujer y la candidata más votada de la historia de su país, ha difundido la libertad d ellos pueblos
y la no acción intervencionista. Y es que tanto López como Sheinbaum son
verdaderos luchadores sociales con merecimientos mayores a los que pudiera
tener María Corina machado quien es premio Nobel 2025 o Donald John Trump quien seguramente será Premio de la Paz para
el año que entra. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
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