Muchos seguidores de la comunicadora Meme Yamel la han abandonado, otros le han dado otra oportunidad más, y otros simplemente no se pueden resistir a su sensual melena china.Aunque ella ha reconocido haber fallado a la ética periodística, también pide un borrón y cuenta nueva para que todo siga como si nada, cuando la confianza es como la pasta dental que fuera del tubo que ya no se puede volver a meter. Yamel que se ha vendido como una influencer imparcial ya contaba con antecedentes de convenenciera para el mercader periodístico pero ahora se voló la barda, ya que montó una supuesta pelea entre los influencers Poncho Gutiérrez y Natalia Torres con el pretexto de tratarse de un experimento social pero en realidad lo hizo para obtener mayor audiencia en el canal que Yamel le comenzó a producir a Natalia, una analista que simpatiza con el derechoretrogradismo. Al final de la farsa, la que menos perdió fue Natalia a quien el público que la sigue, goza de su cinismo derechista mientras que Poncho ha ganado prestigio a base del sarcasmo político y sus puntadas humorísticas que lo apuntan como el mejor charlista de política, aunque ahora se ha visto envuelto en el montaje al estilo de Carlos Loret de Mola, y aunque existen rumores que tal bromita le puede costar salir del canal SDP en realidad en dicho espacio le han dado plena libertad ante una estrategia de denuncia política en la que detrás se tiene el apoyo oculto de Televisa. Por lo que en vista de todo esto, la más perjudicada es la comunicadora de la melena sensual, quien tramó un vídeo en donde se aprecia una discusión montada entre Poncho y Natalia Torres, que trae como resultado que Poncho abandone el debate que se transmitía en vivo. Ante tantas críticas del acto montado a Meme Yamel no le quedó de otra, más que reconocer su error como un supuesto acto de valor civil pero con la advertencia de que seguirá en sus canales. Los actores de este capítulo no solamente se han ganado el repudio del auditorio sino también de otros creadores de contenido que han estado en la búsqueda de separar las mentiras de los medios tradicionales de la actividad de los medios emergentes, que en su mayoría han calificado positivamente el proyecto lópezobradorista sostenido por MORENA. Y es que Yamel ha trabajado para diferentes partidos políticos, para medios tradicionales y todo aquello que le deje dinero aunque se califica como una comunicadora independiente cuyas dobles intenciones piensa pueden arreglarse con la herramienta del perdón como sistema para salirse con la suya y conseguir ser una Sabina Berman o una Chapucera del internet. Con buena o mala intención, con ingenuidad o no, lo ocurrido es un hecho que refleja el actuar de mercaderes de la comunicación que aparecen en los medios tradicionales o alternativos y el nivel de preparación de los actuales comunicadores que con buenas intenciones o no, dan del mal uso de su sentido común, de su escasa preparación y de su inexperiencia.
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