sábado, 17 de agosto de 2024

ATENTA DISCULPA A LA PRESIDENTE ELECTA CLAUDIA SHEINBAUM PARDO

 

















Ante el llamado de  la  Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Presidente Electa de México, a que  nos dirijamos a su cargo  como Presidenta y no como Presidente, debo disculparme al no poder cumplir tal petición, ya que lejos  a cualquier conservadurismo sobre el  cambio lingüístico, buen uso  de los participios  activos  y permisos gramaticales, por lo que    no me considero un conservador y por el contrario, considero que el lenguaje no debe ser estático y su fin prioritario es el entendimiento en la comunicación en donde incluso acepto que  las faltas ortográficas pueden ser permitidas si no interfieren en el entendimiento,  aunque sea de mal gusto y de mala educación. En que por cierto sobre este punto también coincidía  el gran escritor latinoamericano  Gabriel García Márquez. También consideró que el decir presidenta en vez de Presidente, sí interfiere en  el tránsito de una buena comunicación, caso contrario a otras  profesiones   de género, que terminan en "o" y en "a" pero no, como en este caso que terminan en "e". De aceptar que  decir o escribir Presidenta  es lo correcto para nombrar a una mujer que es Presidente, entonces  es aceptar el desorden en el entendimiento de la expresión, y al referirnos a un guardián del orden, ya resultaría inoperante llamarlo policía sino  se le  tendría que decir policío  a la vez que sería una discriminación de género llamar a un grupo de guardianes y guardianas como policías en vez de policías y policíos.  Y lo mismo en el caso al decir juezas y juezos en vez de jueces y no así para los casos de abogados y abogadas,  médicos y médicas en donde la "a" y la "o" si marcan género. En tal razón, decir Presidente y no Presidanta a una mujer,  no es un acto de machismo o falta de reconocimiento a la grandiosa labor femenina, sino simplemente, es un estilo adoptado en nuestros espacios informativos para no caer en la torpe confusión. Reconocemos que  tenemos atrevimientos  ortográficos en nuestros encabezados y en nuestros cartones,  en donde imprudentemente  e intencionalmente no realizamos el uso de acentos,  y no porque se trate de anotaciones  escritas con mayúsculas, ya que tal situación, como se sabe,  no es una excepción  para no acentuar, lo que ha ocurrido es que hemos adoptado tal imprudencia  con el fin de que lo escrito sea interpretativo más que imperante, aunque  reitero, es una imprudencia aceptada, pero no coincidimos con usted, en también adoptar la imprudencia de quitar la "e" por la "a"  para supuestamente  feminizar la palabra,  por lo que me basó  a la explicación antes descrita para efectos prácticos más que por  rebeldía misógina cuando nuestros espacios tienen mayor inclinación por la actividad femenina que por la masculina como puede apreciarse en nuestros contenidos. Lamento que a primeras horas de su reconocimiento  electoral  de ganadora, ya tengamos nuestras primeras diferencias, como es esta intrascendencia  a la cual usted le dio suma importancia y que resulta menor junto a  mi malestar  por el retraso de las remodelaciones de la línea 1 del transporte colectivo metro, que  usted comenzó como jefe de Gobierno de la CDMX, y que  estando  a cuadras  de su discurso animoso de lo que será su gobierno como mandataria, nunca  se tuvo ni explicación ni disculpas sobre tal situación no concluida en los términos y fechas establecidas en un principio.  Estoy convencido que nadie como el Presidente Andrés Manuel López Obrador para sugerir quien sería su sucesora en un proyecto que se logró por su liderazgo, así como también estoy convencido de que usted era la mejor opción para ser la Presidente de México, y mucho más al  conocer a los  nefastos candidatos contrarios a su candidatura y a lo que representan los adversarios retrogradistas a la llamada 4T.  usted dijo: “Hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con A. Así como decimos jueza, abogada, científica, ingeniera, con A, porque como nos han enseñado lo que se nombra, existe, y lo que no, no existe, y hoy con mucho orgullo podemos reivindicarlo”, y en esos términos fue su invitación,  la cual lamento no poder complacer, como tampoco obedecemos a la RAE y como tampoco traicionamos a nuestros principios políticos, pues para mi consideración decir La Presidente da existencia plena y reconocimiento para aquella mujer que al igual que un hombre, es capaz y necesaria como usted, para ocupar un cargo principal en un gobierno  para un correcto funcionamiento del  Estado. A usted le diré Presidente y a las mujeres policías no les diré Policíes.  Más en www.somoselespectador.blogspot.com