El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido al poder judicial se porte bien, al denunciar la podredumbreen que se ha convenido dicho órgano jurisdiccional debido a su sometimiento al poder económico, al nulo amor al pueblo por parte de una abogacía dirigida al aspiracionismo y por la corrupción que lo ha invadido. El Presidente también ha advertido que los abogados famosos y de gran prestigio, no son litigantes con grandes conocimientos jurídicos pero sí expertos en las relaciones públicas y el tráfico de influencias. Es el mandatario de los pocos funcionarios que han señalado con todas sus letras y sin limitaciones este mal que aqueja al pueblo de México y que es éste quien lo puede constatar, ante barras de abogados y asociaciones civiles defensoras de los derechos Humanos que únicamente han servido para ser parte de la misma corrupción y para realizar finos cocteles.