La reciente encuesta del periódico Reforma que refleja un claro rechazo a Xóchitl Gálvez por la mayoría del electorado mexicano para las votaciones a la Presidencia de la República, tiene la lectura de la trampa, para justificar próximas marcaciones de este diario derechista, que supuestamente reflejen el derrumbe de Claudia Sheinbaum y sobretodo de candidatos al legislativo, aunque en realidad resulta inalcanzable derrumbar a MORENA para ocupar la silla del máximo mandato constitucional y por ello, también la petición de la derecha para la de intervención del gobierno y diplomado de España, del gobierno de los Estados Unidos y de los órganos de disimulo de la ONU para que tengan un papel de presión en el resultado electoral y supuestamente controlen a esta dictadura presidencialista construida en la imaginación mediática. Sin embargo los números exhibidos por Reforma, también pueden resultar alentadores, en el sentido de que los retrogradistas seguirán con su guerra sucia para embaucar al ingenuo votante mediante el bombardeo direccionista y el memenismo, pero no mediante la violencia generalizada que ponga en riesgo la paz pública tan apreciada. Si bien es cierto que en las pasadas elecciones se presentaron actos criminales que también comienzan a suscitarse en las de ahora, también es cierto, que los estallidos violentos y deplorables, no ponen en riesgo a la mayor parte del país ni a las elecciones presidenciales, aunque sigan meciéndose en un hilo, mientras les sean desfavorables a la delincuencia partidista y empresariada. El aceptar un resultado electoral previo, que desde ahora marca una diferencia considerable entre los candidatos perdedores con la ganadora, abona a la tranquilidad y a la obtención de una presidencia legitima con condiciones democráticas que resultaban inconcebibles, apenas hace nueve años, y en donde en el 2006, un plantón en la avenida Paseo de la Reforma, evitó el estallido violento ante el fraude calderonista.Más
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