ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Actualmente el poder Judicial mexicano vive un período de podredumbre producto de su prolongada decadencia, que se descara en ineptitud y corrupción, hasta haber llegado a deyeccionar a toda una esfera jurídica, incluyendo a las siempre inútiles, barras de abogados y colegios juristas que ahora se encuentran más preocupados por la reducción de los excesivos privilegios para los jueces que por las leyes procesales inoperantes que se han estampado en los códigos de procedimientos nacionales, tanto penal como civil, en el cual entre muchas cosas, se desapareció aquel artículo 113 que evitaba que los actuarios no dieran cumplimiento a la realización de una notificación para provocar se les diera un apoyo corruptivo. De igual forma grupos parapetos de abogados, no alzaron la voz ante la invasión que pretendía ejecutar el poder judicial sobre el poder legislativo al querer eliminar la prisión preventiva justificada y toleraron la violación laboral al eliminar las jubilaciones por los Afores, y como de la misma manera, no promueven la eliminación del derecho lucrativo notarial para que sea sustituido por un derecho registral que esté basado en formalidades de jurisdicción voluntaria al servicio del interés público. Hoy la falta de ética de los juzgadores aflora en su esplendor de manera vomitiva, al pisotear la figura de la excusa que evita cualquier conflicto de interés, y por defender sus extrabonos, serán los jueces quienes acudan ante los propios jueces para que resuelvan un conflicto de jueces en donde la resolución final será dictada y examinada por esos jueces. Antes cuando predominaba la vocación de servicio y la ambición del crecimiento profesional y no únicamente la financiera, es que ser Juez era un motivo de orgullo, y quienes ocupaban dicho cargo, dignificaban a su familia, al grado de que en la puerta de sus casas colocaban un letrero con sus apellidos y la advertencia de "Aquí vive el Juez", pero hoy en día, los habitantes de la vivienda guardan con discreción que hay un Juez en casa, ya que salvo contados casos, existe un alto grado de probabilidad de que quien tenga en la familia a un juez, en realidad esté conviviendo con un ladrón.
jueves, 26 de octubre de 2023
LOS PROPIOS JUECES RESOLVERAN EN DERECHO SOBRE SUS EXCESIVOS INGRESOS COMO JUECES
ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Actualmente el poder Judicial mexicano vive un período de podredumbre producto de su prolongada decadencia, que se descara en ineptitud y corrupción, hasta haber llegado a deyeccionar a toda una esfera jurídica, incluyendo a las siempre inútiles, barras de abogados y colegios juristas que ahora se encuentran más preocupados por la reducción de los excesivos privilegios para los jueces que por las leyes procesales inoperantes que se han estampado en los códigos de procedimientos nacionales, tanto penal como civil, en el cual entre muchas cosas, se desapareció aquel artículo 113 que evitaba que los actuarios no dieran cumplimiento a la realización de una notificación para provocar se les diera un apoyo corruptivo. De igual forma grupos parapetos de abogados, no alzaron la voz ante la invasión que pretendía ejecutar el poder judicial sobre el poder legislativo al querer eliminar la prisión preventiva justificada y toleraron la violación laboral al eliminar las jubilaciones por los Afores, y como de la misma manera, no promueven la eliminación del derecho lucrativo notarial para que sea sustituido por un derecho registral que esté basado en formalidades de jurisdicción voluntaria al servicio del interés público. Hoy la falta de ética de los juzgadores aflora en su esplendor de manera vomitiva, al pisotear la figura de la excusa que evita cualquier conflicto de interés, y por defender sus extrabonos, serán los jueces quienes acudan ante los propios jueces para que resuelvan un conflicto de jueces en donde la resolución final será dictada y examinada por esos jueces. Antes cuando predominaba la vocación de servicio y la ambición del crecimiento profesional y no únicamente la financiera, es que ser Juez era un motivo de orgullo, y quienes ocupaban dicho cargo, dignificaban a su familia, al grado de que en la puerta de sus casas colocaban un letrero con sus apellidos y la advertencia de "Aquí vive el Juez", pero hoy en día, los habitantes de la vivienda guardan con discreción que hay un Juez en casa, ya que salvo contados casos, existe un alto grado de probabilidad de que quien tenga en la familia a un juez, en realidad esté conviviendo con un ladrón.