La visita y el gesto son históricos. Que después de 88 años un presidente de Estados Unidos se muestre dispuesto a viajar a Cuba para relanzar las relaciones bilaterales entre ambos gobiernos es todo un acontecimiento; y excede la relevancia de sus protagonistas: impacta en el mundo entero.
Hoy, este acercamiento tiene su pico máximo porque Raúl Castro recibe a Barack Obama . Ambos mandatarios sostendrán conversaciones oficiales en el Palacio de la Revolución: primero mantendrán durante más o menos una hora una reunión bilateral, que después se ampliará a las delegaciones oficiales de los gobiernos cubano y estadounidense; y al término del encuentro ambos presidentes ofrecerán una declaración a la prensa.